viernes, 13 de agosto de 2010
DIOS ME QUIERE COMO SOY.
En mi opinión Dios me quiere como soy. Y no como los hombres quieren que sea. Algún día pagarán que yo en mi infancia fuese el hazmerreir de mis amigos por mi comportamiento, que según decían no era el adecuado de una persona masculina. Sufrí mucho. Vivía envuelto en el miedo, vivía criticado, vivía asustado, vivía llorando todos los días. El cura del pueblo no me hablaba, me daba de lado, no sé si sería porque lo fuesen a comparar con mi forma de ser. Yo era educado, pero tenía mala suerte la gente de mi pueblo hablaba a escondidas de mí empezando por el sacerdote, que como no tengo nada que perder ni que agradecerle; hoy en día sigue siendo párroco del pueblo y además no es buen sacerdote pues lo digo a boca llena, y tiene la gran suerte de ser el ecónomo de la diócesis de Sevilla y además de haber sido el pelotillero más grande que ha tenido el cardenal Amigo Vallejo, pues me consta que no le tenía ni respeto cuando le hablaba le decía Carlos a secas, y además viene un obispo nuevo y no le destituye le deja en el cargo cuando todo el pueblo sabe que ha sido ludópata. Y a mí me ha hecho en mi vida mucho daño y no me lo callo más. Donde se ha visto una persona que sea párroco de una parroquia a 80kms de la capital hispalense y tenga a sus feligreses abandonados con un diacono puesto para hacer entierros y además con vence al vicario general para que le envié a la Parroquia un vicario para que le digas las misas diarias. Y el vaya los fines de semana a darse la gran vida a un bar que le han puesto que es donde lo puedes localizar en el pueblo en el bar Parroquia que es donde le dicen al bar lo vecinos del pueblo. Además el cardenal Amigo lo hizo para colmo canónigo y nunca cogió el libro de Laudes dice que él está dispensado pasa por delante del Sagrario y no se arrodilla y como esas montones de cosas que no quiero seguir hablando porque como siga. Le voy a pedir a Monseñor Asenjo que lo excomulgue, le dio a la diócesis dos sacerdotes para hacerle más la pelotilla al cardenal Asenjo. Emprendió la casa sacerdotal de la cual se ha hecho de la dirección y ha colocado un conserje a dedo del pueblo. Y hace en la diócesis a su libre albedrio. Y es el niño bonito de la curia, cuando no ayuda a los pobres, y el vive como un marqués, y yo quise ser sacerdote y se opuso. Cuando que tendríamos que hablar de él que no se habla ni con sus compañeros honestamente. El señor Asenjo debe de ser conocedor de estas cosas ya que está destituyendo cargos de la diócesis, y él se queda en su puesto que lo único que tiene es un cenicero lleno de colillas encima de la mesa. Cuando fui a pedirle socorro porque he estado necesitado me recibió de compromiso y no me ayudo. Pero como puede estar este hombre sentado en el arzobispado, que no reza por nadie que no coge un libro religioso para nada. Que solo vive con afán de protagonismo y pidiendo dinero, no es humilde, no tiene piedad. ¡y encima es cura! Virgen de Las Huertas no lo consientas más; que en La Puebla no lo quieren nada más que las cuatro beatas de siempre. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.
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